Re: LUMIERE

por **BIBLIOTECARIA (O)** Jue Ene 22, 2009 10:39 pm

MANIFIESTO DE BERENICE

No fui más que una canción que aún se movía a gatas,

Infantil y gutural, un pálido ruego sumido en burlas

Ante sus miradas vidriosas y húmedas.

Era la muñeca de frutal aroma a la que se acomodaba
x
Entre velos nocturnos para que observara, estática,

Los ojos nublados por la Luz de una muerte tan deseada,

Tan ajena a sus miembros de algodón e hilo.

Fui la víctima que se entregó servicialmente

A las manos violentas del inquisidor, sosteniendo

Su cuerpo tembloroso con palmas sangrantes

Al volcarse abiertas sobre los guijarros que aquella

Torrencial cama chirriante, remecida por la visita

De “the old in-and-out”...

*risas desfigurantes*

Tan secos, aquellos dedos bruscos y delgados,

Duros y penetrantes como agujas, hambrientas

Del bamboleo pornográfico de las damiselas, que,

Si bien se saben usadas como blancos pañuelos

De papel (algunos que, con algo de suerte, tal vez

Terminen secando un húmedo clítoris),

No escatiman en gritos y jadeos lobunos,

Inminentes culpables del despertar de los padres

Que duermen en la habitación contigua.

Mmmm… más… por favor… entra…

Quiero… quiero… no voy a decirlo…

“mi placer” no es “nuestro placer”… nunca lo ha sido…

por **SEPI administracion** Lun Jul 13, 2009 2:04 am

HOMENAJE

En una noche eterna,
Bajo mástiles que sostienen el
Velado lecho de esta embriaguez
De sentidos, de caminatas risueñas entre
Los suspiros más densos y profundos;
En una noche como esta, vienes y cosechas
Con tus labios tácitos, tan inquietos,
El pálido rocío que rezumo a gotas,
Y que borbotea, extasiado, ante las
Mudas caricias de tu excelsa boca.

A oscuras, tu cuerpo dormido me habla
De la quietud que se teje entre arenas tostadas y calmas,
Mientras observo cómo un viento tibio dibuja surcos
Al susurrar suavemente sus oraciones.
Amor mío… Amor mío…
¿No oyes mi llamado, mientras tus ojos adorados
Se ocultan tras aquella celosía curvosa de tus pestañas?
Mas, en el instante mismo en el que el viento,
Ya consumido por la tristeza de su llamado sin asilo,
Solloza amargamente, al tiempo que sostiene
El nudo que se ciñe a su baldía garganta,
En aquel cielo que se cierne y es manto sobre las dunas doradas,
Emerge, perezoso, el brillo traslúcido de un orbe entornado.
Es entonces cuando silencio mi respirar, para contemplar
La ascensión de aquel astro que me dementa en lo más profundo,
Cuyo gemelo aún anida dormido entre la reconditez de tu rostro lánguido.

Es en luto de tus ojos inmensos, mi amada, en el que
Busco perderme sin vía de fuga, atenazada mi vista a
La sordidez de tu imagen, tan profana en su hermosura.
Es en tus ojos de hoguera, extinguida y exhausta,
Aquella alrededor de la que baila, sumida en éxtasis,
MI alma desnuda.

por **SEPI administracion** Lun Jul 13, 2009 2:05 am

AMANTE NOCTURNA

La oscuridad ha llamado a mi puerta,
susurrando, ligera, un saludo incorpóreo,
antes de arrastrar sus majestuosos pasos
a través del umbral silencioso.
Camina descalza y grácilmente,
sosteniendo su ligera danza de brincos y trotes,
hasta la reconditez de mi lecho.

Mis sábanas alborota, al sumergir
su rostro junto a mi seno,
y con andares de sierpe, se ensortija
sobre mis muslos, mi cuello.
Sus labios me corroen delicadamente
el sueño tranquilo, la languidez de
los miembros reposados, cuan dormidos pétalos,
y su voz, amen de su piel desnuda,
acaricia, estrepitosa y húmeda, mi pómulo.

Así despierto, día con día,
antes de que el sol apunte
su mirar fúlgido, parpadeante estela:
con la huída de la noche desde mi cuarto,
con un desgarro en el pecho
y un beso tácito, desvanecido rastro de estrellas.

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